Notario de internet / fleshfly.com@gmail.com


2015/12/08

La repugnante verdad del kebab

Supongo que estaréis al tanto del estudio que ha publicado la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) donde se muestran las cualidades de los ya tan comunes kebabs. El estudio se ha realizado en 25 establecimientos de Madrid tomando como muestras kebabs de ternera con queso y salsas, los cuales fueron guardados en envases refrigerados justo en el momento de su compra y llevados a laboratorio de forma inmediata.

Los datos que arroja el estudio dan verdadero miedo y han conseguido que pase de comerlos de forma muy esporádica a no volver a probarlos jamás a partir de ahora. La base científica del estudio y la garantía que merece la OCU han conseguido que mire con verdadero asco a este tipo de comida rápida.

Algo llamativo pero que no pasa de lo anecdótico es que aunque lo vendan como ternera es muy común encontrarse carne de pollo y de cerdo mezclada, pese a ser un alimento enfocado a la comunidad musulmana. En siete muestras también encontraron carne de caballo, aunque lo verdaderamente asombroso es saber que la propia Unión Europea establece el límite legal para la carne de caballo en el 1%.

Independientemente del tipo de carne utilizada lo que más debería importar a las autoridades sanitarias y a los consumidores es la calidad de la misma, ya que es demasiado baja, hallándose más fibras, tendones y restos de hueso de los deseables.

Otro dato que me ha cogido por sorpresa es el valor nutricional, después de medir hidratos, proteínas, grasas y sal el resultado otorga al kebab el título de más calórico (739 calorías y 4,5 gramos de sal) superando a las hamburguesas de Burger King (648 calorías y 2,3 gramos de sal) y a las hamburguesas de McDonald's (510 calorías y 2,2 gramos de sal).

Para el final me reservo lo que verdaderamente me ha dejado atónito y me ha hecho sentir como un pobre miserable a merced de la despiadada industria alimentaria. La OCU revela carencias importantes en la higiene de los kebabs, atención porque 11 muestras de las 25 totales tenían enterobacterias coliformes en cantidades elevadas, esto es contaminación fecal, producida por no lavar bien los vegetales o por no lavarse las manos los cocineros después de ir al baño. Cabe destacar que en ninguno de los establecimientos los cocineros usaban guantes ni gorros.

Ustedes mismos.