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A la memoria de Fidele, el entrañable perro de Brujas

La ciudad de Brujas en Bélgica es una de las más bonitas de toda Europa, goza de innumerables rincones con encantos más próximos a los cuentos de hadas que a la realidad. Famosa por sus patatas fritas y por sus cazuelas de mejillones, además de por su espíritu medieval.

Uno de esos rincones que hacía de Brujas una ciudad con un encanto especial se encontraba en la calle de Groenerei, justo entre sus dos puentes de piedra. En una de las ventanas de las casas que dan al canal se encontraba asomado de forma incondicional uno de sus habitantes más entrañables, Fidele, el famoso perro de Brujas.

Este vecino observaba plácidamente apoyado en su cómodo cojín el ir y venir de turistas navegando por el canal, sin ladrar, sin molestar, siendo fotografiado por miles de personas de todas las partes del mundo.

Hace muy poco nuestro vecino perruno nos abandonó, dejando solitario el balcón, dejando un vacío en la ciudad de Brujas. Descansa en paz.