Notario de internet / fleshfly.com@gmail.com


2016/10/18

IVA cultural, sinvergüenzas y mediocres.

Como ya sabréis existen dos tipos de impuestos, los directos que son los que dependen de la renta y los indirectos que son para todos iguales. El más conocido de los impuestos indirectos es el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido). El IVA es el gravamen sobre todas las operaciones económicas que impliquen entrega de bienes, servicios, adquisiciones e importaciones. Existen tres tipos de IVA.

· IVA Superreducido: se aplica a bienes de primera necesidad (pan, leche, huevos, libros de texto escolares...), es del 4%.
· IVA Reducido: se aplica a los alimentos animales o vegetales entre otras cosas, es del 10%.
· IVA General: se aplica a todo lo que no esté en los dos grupos anteriores, es del 21%.

He querido hacer esta breve introducción para que entendáis mejor lo que os voy a contar. El IVA, en mi opinión, es uno de los impuestos más injustos de todos. En economía se dice que el IVA es un impuesto a la pobreza, ya que al ser indirecto y ser igual para todas las personas, el porcentaje de IVA que paga una persona pobre en términos relativos es mucho mayor al que paga una persona rica comprando los mismos bienes. Imaginad una persona con poco dinero y otra con mucho dinero, ambos llenan el carrito de la compra con los mismos productos, ambos echan la misma cantidad de combustible a su coche y ambos van a la misma sala de cine a ver la misma película. Los dos van a pagar el mismo IVA que supongamos es de 30€, es la misma cantidad en términos absolutos, ¿pero qué ocurre si relativizamos el IVA respecto a los ingresos de cada uno? Supongamos que el pobre gana a la semana 100€ y el rico 2000€, la persona pobre ha destinado un 30% de sus ingresos semanales a pagar el IVA mientras que la persona rica ha destinado sólo el 1,5% de sus ingresos. Comprando exactamente lo mismo a una persona le han quitado el 30%  y a otra el 1,5%, por eso se dice que el IVA es el impuesto a la pobreza, en términos relativos cuanto más pobre más pagas.

A mí de siempre me ha parecido una completa desvergüenza la campaña de los autoproclamados artistas en contra del IVA cultural. Actores mediocres incapaces de hacer de su negocio una actividad sostenible sin las subvenciones públicas. Cantantes que ocultan bajo el maquillaje de la izquierda mediática la tiranía del empresario sin escrúpulos. Esos maestros de nada son los primeros en criticar al gobierno públicamente cuando se habla de impuestos pero que cierran la boca cuando reciben las subvenciones para realizar proyectos donde nadie jamás invertiría.

Estos artistas de hacer el ganso encima de un escenario, por alguna razón se han creído que lo que hacen es vital para el ciudadano y quieren hacernos creer que su producto es igual de importante que la leche, el pan, las patatas, el agua, el gas o la electricidad. Con esto no estoy defendiendo el IVA que como he dicho antes me parece una atrocidad, lo que hago es criticar a una serie de personajillos que se han autoproclamado poseedores de la cultura y con ese pretexto lo único que quieren conseguir es pagar menos. Ningún cantante ha protestado por el IVA de los medicamentos, ningún actor ha criticado el IVA de la electricidad, ningún escritor ha criticado el IVA de los carburantes. No lo hacen porque ese no es su negocio, no es su bolsillo.

El IVA habría que bajarlo en todos sus tramos y tendría que ser eliminado totalmente para ciertos artículos y servicios, pero si hay algo que al ciudadano no le corre ninguna prisa sin duda es el IVA cultural.