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Teta que mano no cubre

Últimamente ando un poco horrorizado porque he escuchado más veces de las que me gustaría opiniones que van en contra de las tetas gordas. Es decir que hay personas normales en apariencia, que andan por las mismas calles que nosotros, respiran el mismo aire que nosotros y beben el mismo agua que nosotros, que dicen que las tetas grandes no son elegantes ni atractivas.

A mí que haya gente que piense tal despropósito no me sorprende teniendo en cuenta que existen veganos, feministas y comunistas, pero sí me preocupa que este comportamiento distópico se esté extendiendo como un nuevo virus progresista. De hecho para mí esto es un claro ejemplo de DDS (detector de subnormales). Los DDS son frases precocinadas que propagan personas sin criterio para parecer intelectuales. Me recuerda mucho a los entendidos de cine que critican el Destape sin tan siquiera haber visto una película, o los que hablan de los 80 siempre en tono despectivo, los mismos que asocian la copla a una España caduca, creen que por criticar el pasado se convierten automáticamente en modernos sin darse cuenta que lo que están haciendo es evidenciar sus carencias. La sociedad está llena de DDS y descubrirlos es hasta divertido.

A todas las personas normales les gustan las mujeres con tetas gordas y los que dicen lo contrario son unos hipócritas que quieren parecer intelectuales o simplemente son unos tarados. Observa un momento la siguiente fotografía:


¿Eres consciente de la cantidad de hombres heterosexuales que rechazarían a esta mujer públicamente alegando que tiene las tetas caídas? Embusteros, faltos de testosterona, víctimas del progresismo, tarados mentales que critican a las mujeres por tener las tetas como cántaros en lugar de imaginarse a ellos mismos asfixiados entre ellas.

Es una tontería intentar establecer el ideal de teta perfecta, el gusto está en la variedad, grandes, caídas, blanditas, de pezones oscuros, sonrosados, puntiagudos... como dije el otro día a veces me gusta la sopa en plato y otras en taza. Lo que no podemos es ir en contra de la naturaleza, un coño debe oler a hembra y unas tetas tienen que captar toda nuestra atención.

A continuación te muestro un ejemplo de tetas que no cumplen los cánones de belleza 'socialmente aceptados' pero que ningún hombre en su sano juicio se atrevería a rechazar: