Notario de internet / fleshfly.com@gmail.com


2019/06/15

Le debemos mucho a TT Boy

Cuando se habla de actores del porno retro siempre se nombran a los mismos, el típico nombre cuando se hace referencia a un pene generoso es Rocco Siffredi o en su defecto nuestro referente nacional Nacho Vidal. En conversaciones un poco más avanzadas y serias sobre el tema lo normal es que se mencione a Peter North, Ron Jeremy o John Holmes, pero rara vez, por no decir nunca, se menciona a uno de los referentes más importantes del porno de los 90, estoy hablando de Phillip Troy Rivera, más conodico como TT Boy.

Recuerdo una temporada en los años noventa que cada vez que veía la porno de Canal Plus, el nombre de TT Boy aparecía en los créditos. Esto es algo muy curioso porque hoy en día con esto del porno online estamos acostumbrados a ir saltando hasta dar con una escena que nos agrade, lamentablemente eso es lo que ha conseguido el porno actual con su pésima calidad narrativa.

Antes la única forma que tenía un adolescente de ver porno era hacer como que te quedabas viendo cualquier concierto basura de La 2 y esperar a que el salón se quedara vacío para comenzar a hacer zapping a 120 pulsaciones por minuto con un ojo puesto en la puerta del salón. Esto nos obligaba a tener que ver a la fuerza los créditos de inicio, que por otra parte era un momento maravilloso, y de esta forma veíamos todos los actores y actrices que intervenían en la película. Bien pues creo que el nombre que más veces he leído a un crédito es TT Boy, y la verdad me apena un poco que no haya pasado a la historia popular como la leyenda que es.

Su página web es maravillosa aunque para el ojo inexperto pueda parecer una basura, eso sí, parca en contenido. No voy a contarte su historia porque ya la tienes allí. También podrás encontrar un pequeño álbum con fotos como estas:



Bueno, quería hablar un poco de TT Boy en este pequeño homenaje y es lo que hecho pero ya que estoy escribiendo quiero mostrarte un anuncio que vi el otro día en una revista Playboy del año 1980 y creo que es uno de los mejores anuncios que he visto en mi vida.