Recuerdo que el otro día te dije que te alejaras de cualquier servicio de suscripción, que volvieras a ser dueño de tu entretenimiento, de tus archivos, de tu propiedad digital. Sin duda un grandioso consejo, tan bueno que no conviene tomarlo a la ligera, así que he pensado desarrollarlo un poco más porque no es tan fácil como parece. Digo que no es fácil porque los gigantes de internet están revocando las licencias que creíamos eran perpetuas, es decir para toda la vida. Todo era mentira, embustes que nos contaron y nos creímos. Es que, aunque no terminen con la licencia en sí, tienen mil herramientas para hacer que dejemos de utilizar ese software, con nuevos parches que creen una incompatibilidad, con el fin del soporte y nuevas vulnerabilidades, estamos en manos de ellos.
Ante este nuevo panorama, o como dicen ahora los modernos, cambio de paradigma, tuve el otro día uno de esos momentos de clarividencia donde pude ver la nueva tendencia que está a punto de extenderse entre los colonos de internet. Tener ordenadores aislados.
Esto me recuerda mucho a la saga de Mad Max, sólo tienes que cambiar el desierto por el ciberespacio, el tirano de carne y hueso por la gran corporación y el preciado combustible por las licencias perpetuas. Si lo piensas es realmente lo mismo, a los colonos de internet que hemos sobrevivido a las redes sociales sólo nos queda guarecernos en rincones olvidados de internet, como viejos foros y escondidas bitácoras, guardamos nuestro combustible en viejos ordenadores desconectados de internet, invisibles a la tiranía de las grandes corporaciones. Sólo podemos disfrutar de nuestras viejas licencias en secreto, en máquinas desactualizadas y completamente aisladas.
En los siguientes fotogramas observamos cómo nuestros amigos mp3 y mp4 están intentando refugiarse en la fortaleza libre de suscripciones donde corren libremente Windows 7, Adobe CS6 y Office97, deben de tener mucho cuidado ya que las malvadas suscripciones Adobe Cloud, Windows 11, Netflix, Spotify y Microsoft365 no hacen otra cosa que intentar reventar la fortaleza y hacer desaparecer el último vergel de licencias perpetuas.
Esto que te estoy contando lejos de ser una broma será realidad dentro de muy poco. Como yo siempre me adelanto a los acontecimientos, te confieso que desde hace algo más de un año disfruto de un ordenador desconectado de internet donde todo el software que a mí me interesa corre en libertad, sin miedo a tener un malware minando criptomonedas para los rusos, sin preocupaciones porque un pirata informático este hurgando entre mis fotos de crossdressing donde aparezco en lencería barata de los chinos. Bueno en realidad no es un ordenador aparte, es el mismo ordenador con otro disco duro al que le tengo hecho un dualboot, es tan simple como deshabilitarle la tarjeta de red al sistema operativo del segundo disco duro y meter ahí todo el software que quieras mantener aislado.
He pensado que sería buena idea ir publicando parte de mi colección de grandes fotogramas, vuelve pronto que habrá sorpresas.
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