Estaba contemplando el revuelo que se ha formado con el tema que España llevará a Eurovisión este año 2022. La verdad es que estas cosas son mucho más divertidas con twitter. Creo que desde que dejé las redes sociales nunca te lo he dicho pero posiblemente twitter sea la red social más divertida de todas y la que posiblemente eche más de menos, lo que pasa es que ahora estamos a otra cosa y no quiero desviarme. Como te iba diciendo estaba viendo que el tema del Benidorm Fest ha llegado hasta a los políticos, parece que todo el mundo está enfadado, y claro, cuando la gente se enfadaba en los años 90 era porque algo se había hecho mal, porque la sociedad en los 90 tenía bastante buen criterio y cuando gastaba su tiempo en enfadarse lo hacía con rigor. Pero claro la gente que se está enfadando ahora mismo son los que están esperando la cuarta dosis como agua de mayo, por lo que he pensado que este enfado signifique precisamente todo lo contrario, que se están haciendo las cosas bien.
Hasta hace pocos minutos esta teoría era una mera suposición pero tras ver las tres canciones finalistas del Benidorm Fest 2022, puedo decirte sin temor a equivocarme que mi teoría se ha confirmado. Te voy a explicar realmente qué está pasando y por qué la gente está como loca por una puñetera canción. Por un lado tenemos a Rigoberta Bandini, una mujer que comienza la actuación disfrazada de novia que acaban de dejar en el altar con gafas de pastillera de la ruta del bacalao.
La letra de esta canción dice cosas tan delirantes como "no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas". Se han inventado una guerra en la que están luchando con un enemigo imaginario que sólo vive en la imaginación de estas taradas. Bueno la canción continua con un bailoteo que a juzgar por la coreografía yo diría que se han inspirado en la sala para internos de un sanatorio mental.
La letra de esta canción quizás sea más perturbadora porque tiene ese toque esotérico típico de la Galicia profunda que independientemente del interés que pueda originar, nadie lo quiere encontrar en una canción para Eurovisión. Así que imagínate un combate a tres donde dos de los participantes comparten el mismo entrenador o pertenecen al mismo equipo, al mismo patrocinador, tú ya me entiendes. Y ahora llega la participante que va por libre y nada tiene que ver con el frenopático de Rigoberta ni con la misa negra de las gallegas. Hablamos de Chanel, una mujer de verdad, los calificativos guapa, atractiva, exuberante, no harían falta de vivir en una sociedad saludable, porque se daría por hecho que una mujer que va a representar a un país cantando, debería tener esos atributos, amén de anchas caderas y abundante trasero. Pues eso es lo que pasa, Chanel es una mujer de las que gustan a los hombres, punto.
A esto le sumas los movimientos sexuales de la coreografía, que también iba con dos bailarinas que enseñaban el culo y que la letra no hace ninguna referencia al feminismo, y ya tienes el porqué "la gente se ha enfadado".
Chanel tiene todo mi apoyo. Viva Eurovisión.