Ahora está muy de moda (en el mundo de la exhibición en internet) que las tías graben pequeños clips de unos segundos enseñando las tetas (y en algunos casos hasta el chocho) en supermercados o en lugares estilo ikea, bricomart y ese tipo de sitios. Pero aunque este tipo de prácticas libidinosas sean la vanguardia en la actualidad, has de saber que todo está inventado y que como ya te he comentado en alguna ocasión, existieron las que yo he denominado como Magallanes precolombinas de internet. Si usted es un recién llegado a este fascinante blog, le recomiendo que navegue como si estuviera en su casa y busque unas entradas más atrás para enterarse de qué va eso de las Magallanes precolombinas.
Te cuento esto porque acabo de encontrar en uno de esos terroríficos rincones de internet un pequeño yacimiento analógico de una joven que luce sin pudor sus partes más íntimas en lugares públicos. Las fotos son de mediados de los noventa y a la joven la bautizaron con el nombre de Carol.
El mundo de las Magallanes precolombinas de internet es fascinante, fueron pioneras en un entorno de hostilidad, enormes cámaras y ruidosos obturadores, pero nada de ello les hizo desistir en su afán por inmortalizar sus poblados chochos en una humilde película de carrete. Creo que tendrían que tener un monumento en alguna plaza.
Además de las fotos también te traigo otro vídeo del estilo del que publiqué el otro día. Se trata de una rolliza madura bailonga moviendo las caderas en la intimidad de su casa mientras su marido la graba con todo detalle hasta que el torrente sanguíneo se le baja directamente al pene, lo que provoca una hinchazón de su miembro viril que de forma inevitable trae como consecuencia que este buen hombre le realice una comidita de coño.
Por cierto todo esto que te estoy contando de la modernidad y las pioneras me recuerda mucho a lo que publiqué hace ya seis años que decía que en 1974 apareció en la película porno The Private Afternoons of Pamela Mann por primera vez el concepto de cámara GoPro.