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Lo que me pasó una vez comprando un monitor en los 90

Acabo de acordarme de una historia que siempre recuerdo con agrado y simpatía. Si no era finales de los 90 sería muy comienzos de 2000, me dirigía a una tienda de informática de aquellos entonces, no recuerdo si era BEEP, Batch-PC o una de estas vamos. Me iba a comprar un monitor de 17 pulgadas, de tubo claro, de los que había antes. Por aquellas fechas tener un monitor de 17 pulgadas en un dormitorio era tener un cine, algo que sin resquicio a duda iba a deslumbrar a tus amigos, una pantalla que te permitiría jugar al Virtual-Cop como nunca y hacerte las pajas también como nunca.

Total que allí estaba atendiendo una señora bastante oronda, la verdad es que no pegaba nada aquella mujer allí, no sé sería la mujer del dueño qué sé yo, lo que quiero contarte que recuerdo con gracia es que cuando aquella señora cogió el monitor para meterlo en la caja, haciendo un gesto como si estuviera cogiendo una sandía, dijo de andaluzas maneras, este monitor es bueno bueno, eh? anda que lo que pesa..., no sé, me resultó muy gracioso que relacionara el peso con la calidad como si fuera una sandía.

Antes de lo que esperas estaré aquí otra vez contigo.