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2024-05-05

Estoy harto de tantas moderneces

Atento porque la cosa tiene miga, resulta que me acabo de comprar un ordenador nuevo, una torre, no un portátil, ya sabes muchos núcleos, muchos hilos y mucha DDR5 para bla bla bla, no quiero aburrirte con datos técnicos, si te soy sincero yo de cacharreo sólo me informo cuando me voy a comprar un equipo, si hace dos semanas me preguntas antes de empezar con el proceso de compra si van por la DDR5 o DDR6 no te lo sabría haber dicho, bueno a lo mejor eso sí pero ya me entiendes. El caso es que lo tenía todo calculado, la caja es más ancha que la que tenía actualmente. Yo la torre del ordenador la tengo puesta en un soporte que yo mismo me hice justo debajo de la mesa, no te imagines algo sofisticado, cuando digo soporte me refiero a dos tablas de madera atornilladas con unos soportes metálicos a las cajoneras que tengo como patas de la mesa. Total que la torre no me entraba por dos centímetros, pero daba igual porque girando el soporte noventa grados ganaba esos centímetros necesarios para poder colocar la nueva torre.

¿Por qué no otra ubicación? te preguntarás. Pues porque soy un paranoico subnormal con el tema de los cables. Tengo el amplificador Denon con los dos altavoces encima de la mesa, el NAS y todos los dispositivos cableados a un switch, nada de wifi, y esta disposición me permite tener todo perfectamente organizado. Así que cuando terminé de montar todas las piezas del equipo, lo coloco bien en su sitio, embrido los cables y enciende maravillosamente a la primera.

Ahora es cuando empieza la bueno. La torre me la intenté pillar de la más sobrio posible pero como hoy todas estas pamplinas vienen con RGB, al pulsar el botón de encendido, aquello parecía la calle del infierno, tres ventiladores con colorcitos dando vueltas sin parar. Lo primero que pensé es que cuando me sacara el cipote, parecería que me la estuviera cascando detrás de la caravana de los coches locos de la feria, que eso me daba un poco igual porque podría poner el color rojo para darle un toque a puticlub cutre de carretera o directamente apagar los led, así que por esa parte bien. Pero!!! amigo mío, a los diez minutos empecé a sentir el correntín de los tres ventiladores en mis santos cojones, algo que en pleno verano puede tener su atractivo pero que el resto del año probablemente me causaría un reuma en las rodillas. De verdad que no te exagero, a la media hora estaba congelado, joder ni que tuvieran que refrigerar un reactor nuclear. Así que me entró la paranoia y empecé a probar otras ubicaciones, de hecho las probé todas, hasta las que ni te imaginas, pero no me gustaban ninguna, el sitio perfecto según tengo montado mi setup es ese, así que tras dos días moviendo el equipo de sitio sin éxito alguno, terminé decidiendo apagar los ventiladores.

He estado haciendo pruebas de temperatura y el procesador ni se entera de que están apagados, si tuviera una de esas gráficas para minar, es posible que necesitara esas turbinas diabólicas a pleno rendimiento, pero yo no juego ni al buscaminas.

Por cierto hablando de pruebas de temperatura, es posible que estas instantáneas de la señorita Linsey Dawn afeitándose el chocho te suban a ti la tuya.

Linsey Dawn McKenzie - Bathroom pussy shavingLinsey Dawn McKenzie - Bathroom pussy shavingLinsey Dawn McKenzie - Bathroom pussy shaving

A lo mejor te interese saber que al equipo antiguo, que aún funciona bastante bien, le he conectado un montón de discos duros de mi notaría de internet, lo tengo conectado a la red en un sitio donde no molesta sin ningún periférico, y accedo a él por RDP cuando lo necesito, básicamente es un servidor de datos de la excelentísima notaría de fleshfly.

Antes todo esto era mucho más sencillo, las mesas antiguas de escritorio tenían la bandeja esa con ruedecitas para el teclado y la torre tenía su sitio donde siempre entraba. Todos teníamos una de esas cajas con cerradura donde metíamos los disquetes de tres y medio o un maletín con cremallera donde se guardaban los cedés la mar de bien. No había luces, no había chorradas y los coños no se afeitaban. Gratos recuerdos de verano tengo yo de mi vecina de abajo de tetas descomunales cuando jugando a las cartas en el césped, le asomaba el matojo por los lados del bikini. Santo cielo.