Notario de internet / fleshfly.com@gmail.com


2018/04/17

Desculturizar las mesas de Occidente, el nuevo ataque marxista

Me gustaría que prestaras mucha atención y leyeras con calma esto que te voy a decir. Normalmente casi todo el mundo habla y opina de algún tema cuando ya prácticamente ha sucedido o tiene indicios suficientes para posicionarse según digan los demás. Sin embargo en el mundo también existen personas con criterio que son capaces de ver lo que otros no ven. Gente como yo, que no sólo somos capaces de opinar sino que además predecimos de forma certera lo que va a ocurrir en el futuro.

Esto lo dije hace ya varios años, concretamente en octubre de 2015:

La OMS desde hace tiempo está empeñada en hacernos comer insectos pero aun no sabe bien cómo, lo que estoy diciendo es cierto, los insectos son una fuente rica en proteínas, no hay problema de abastecimiento, los estamos matando a pisotones y con insecticidas cuando los podríamos echar en la sartén. No sé muy bien el porqué, pero cada vez nos están metiendo más los insectos en la sopa, posiblemente de aquí en adelante veréis noticias, reportajes en televisión y demás propaganda hablando de este tema, no para ponernos a comer bichos mañana mismo sino para ir eliminando progresivamente el tabú que reside en nuestra cultura a comer este tipo de animales.

Lee esta noticia que acaba de publicarse para entender mejor lo que te estoy contando.

Cito textualmente parte de la noticia:

El consumo de insectos es en la actualidad una tendencia alimentaria en auge. Desde el 1 de enero de 2018 la legislación europea cataloga a los insectos como “nuevo alimento” y según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), son consumidos ya por más de 2.000 millones de personas, por lo que se les considera “el alimento del futuro”.

Bien, por un lado tenemos que la legislación europea cataloga a los insectos como "nuevo alimento" desde el 1 de enero de 2018 y por otro lado tienes mi opinión de 2015 donde vaticiné todo esto con años de antelación.

Este nuevo esperpento de hacernos comer bichos lo están camuflando de buenrrollismo progre, ecologismo, respeto ambiental y todas esas gilipolleces de la nueva era multicultural. Te lo dije hace años y te lo vuelvo a decir ahora para que no tengas ninguna duda, todo este despropósito no es más que otra argucia para desculturizar Occidente y romper las bases más sagradas de nuestras tradiciones. La gastronomía es para un país una de las cosas más importantes, mucho más que su arquitectura, música o festejos. En torno a la gastronomía un país desarrolla múltiples actos tradicionales cohesionándolo como una unidad cultural. Y esto es precisamente lo que quieren mancillar, nuestra cultura.

Esto lo dije también en 2015:

Estoy totalmente en contra que quieran ampliar nuestra dieta con este tipo de alimentos ya que si cambias los hábitos gastronómicos estás cambiando la cultura, una cultura que se ha forjado tras siglos de evolución según la idiosincrasia de cada zona. Quien quiera comer bichos que se vaya el año que viene de vacaciones a la Conchinchina a comer brochetas de escorpiones y a nosotros dejarnos con las de solomillo.

Hay gente que no es capaz de verlo pero comer insectos, la identidad de género, el cambio climático, el feminismo, el multiculturalismo y todo un arsenal de propaganda socialista, están relacionados entre sí y su único fin es crear seres individuales despojándonos de la sinergia de grupo y la senda inmaculada de las tradiciones.


Avisado quedas.