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Las trillizas de Playboy

Estaba revisando mi disco duro y acabo de darme cuenta que se acaban de cumplir 23 años desde el primer centerfold de unas trillizas en Playboy. Pese a que muchos creen que fueron las primeras trillizas en desnudarse para la revista, técnicamente fueron las segundas ya que en noviembre de 1993 aparecieron las conocidas como el trío de Río, lo que pasa es que las trillizas de 1998 fueron el centerfold de diciembre. 

Ellas son Erica, Nicole y Jaclyn Dahm.

Trillizas Playboy


Coca-Cola Montiel

Acabo de abrir el frigorífico y he visto una lata dorada cuyo misterioso mensaje parece indicar que lo que tiene en su interior es un brebaje al que han llamado Coca-Cola Zero Limón. Estoy acompañando la lata con un donuts de chocolate y he de decirte, querido amigo, que esta Coca-Cola Zero Limón es posiblemente la Coca-Cola "rara" más sabrosa de todas. En su día dije ya que no volvería a comprar una Coca-Cola que no fuera la normal, vamos la Zero, la que yo bebo, pero siempre pico cuando veo una lata nueva. Yo ya había probado la de limón normal, pero esta Zero Lemon parece que es la ganadora por ahora.

Coca-Cola Zero Limón

Estoy aquí tan tranquilo, ordenando un poco el desbarajuste digital que he liado tras la mudanza, y he visto que tengo una colección de fotos de Sara Montiel, pero lo gracioso es que acabo de recordar que ya hablé de Sara Montiel hace ya más de cuatro años. De locos. Por cierto, estoy viendo fotos antiguas de Navidades pasadas de mi familia y estoy pensando en cómo serán las Navidades de este año, ¿serán como las de antes del Covid?

Olor a gamba y suavizante

Internet a día de hoy sin estar en las redes sociales me recuerda mucho a lo que era en los noventa no salir a las discotecas. No sé si te acuerdas, pero en los noventa o salías un sábado por la noche a una discoteca o eras un bicho raro. Lo que pasa es que el nivel cultural de aquellos años era muy superior al de hoy, por lo que en realidad los bichos raros no estaban tan mal vistos. Había heavys que se reunían en plazas del centro de la ciudad a fumar polen, también era frecuente encontrarse en los aparcamientos de los polígonos industriales a grupúsculos de infraseres rodeados de lo que por aquellos entonces se conocían como scooters empepinadas, bebiendo ron con cocacola y esnifando sucedáneo de polvo de tiza y aspirina sobre el espejo retrovisor de un Clio. Bueno a lo que iba, que estar en internet sin entrar en las redes sociales equivale a esas noches de los noventa que te quedabas en tu casa configurando la Voodoo Banshee más solo que la una pero más feliz que un rucho. Sé que me estás entendiendo.

Te cuento esto porque vivir al margen de las redes sociales te agudiza el instinto, y al igual que pasaba en los noventa, tienes que buscar una alternativa de ocio que satisfaga tus inquietudes, aunque termine derivando en formas marginales de entretenimiento. Por ejemplo el otro día vi por primera vez un vídeo de un rap en ASMR, es de mi amigo Raffy Taphy.


Que me gusten este tipo de cosas en verdad me preocupa. Hay veces que no sé si estoy cayendo en el pozo de la locura o que sencillamente soy subnormal profundo. En cualquier caso el mundo sigue girando y yo continuo mi camino entre tinieblas.

Ya que estás aquí conmigo voy a aprovechar para contarte otras formas de ocio que existían en los noventa. Verás, hoy cualquier chaval en una tarde ve más coños en su móvil que los que vi yo en toda mi adolescencia. Tal cosa obligaba a los niños de mi generación a llenar ese vacío con actos carentes de toda razón. El lanzamiento de naranjas desde la azotea a los autobuses era un clásico, pero claro el tiempo que tardaba en llegar el siguiente autobús teníamos que matarlo haciendo algo, por lo que prácticamente nos veíamos obligados a buscar en los tendederos las bragas de nuestras vecinas.

Cuando veíamos una braga sugerente, ya sabes, lencería con bordados de colores llamativos, acercábamos nuestras narices como si fuéramos perros y llenábamos los pulmones intentando distinguir una partícula de chumino entre tanto olor a suavizante. Recuerdo que aspiraba con la ilusión de que una de esas bragas fuera de la mujer del torero.

Tenemos que volver a la azotea de internet.