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Starship - We Built This City

Lo bueno de rebuscar en el pasado es que parece infinito, es como abrir una puerta y entrar en una habitación con más puertas que a su vez dan a otras habitaciones con más puertas y así hasta que terminas encontrando joyas como esta:

Ahora voy a Burger King

La verdad es que me da bastante pena lo que voy a contarte y me da pena porque yo siempre he asociado (y sigo haciéndolo) las marcas a momentos de mi vida. Supongo que a ti te pasará lo mismo, si echas la vista atrás y recuerdas tu infancia con alegre nostalgia seguro que en esos flashes aparecen los productos de las marcas que, valga la redundancia, han marcado tu vida. Es justo lo que pasa en las series de televisión cuando aparecen productos en segundo plano, nadie habla de ellos pero están ahí y tú los ves. Esa técnica se llama product placement. Bien pues esto mismo ocurre en mis recuerdos, siempre aparecen marcas como si los guionistas de mi vida las hubieran colocado. Tulipán, Colacao, Oscar Mayer, Nestlé, Danone, Puleva, Kinder o por supuesto Coca-Cola entre otras muchas.

Bueno pues una de esas marcas a la que siempre he sido fiel ha sido McDonald's. No voy a extenderme en la importancia de McDonald's en los recuerdos de mi vida pero por diversas razones es así. Hace varias semanas fui a uno de sus restaurantes y me sorprendió que habían reducido el mostrador y habían sustituido cajas donde antes le decías lo que querías comer a uno de sus empleados por unos kioskos de pantalla táctil. El caso es que me sentí como un maldito paleto, pero no un paleto elitista, sino un paleto de los de John Deere. Si quieres puedes pinchar aquí para conocer mejor la experiencia que tuve.

Después de aquella experiencia me dije a mí mismo que pasaría mucho tiempo en volver a pisar un McDonald's, así que ayer fui a un Burger King, bueno en realidad no fui sino que me trajeron la comida a casa. Lo que me comí me sentó de lujo, todo estuvo buenísimo, y claro, hice la comparación. Por un lado tenía una pantalla estéril que me pedía códigos QR para comerme una hamburguesa mediocre, y por otro lado la comodidad de hacer el pedido desde casa con mi ordenador y ducharme mientras el repartidor venía para terminar comiéndome una gran hamburguesa caliente en calzoncillos.

Y digo que me da pena porque hace tan sólo dos años esto era lo que decía de McDonald's y a día de hoy te estoy contando todo lo contrario.

Como no hice foto de lo que me comí porque me lancé al Whooper como un maldito halcón voy a ilustrar este post con una foto igual de suculenta.

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Soy un incomprendido (hablando de mi diógenes digital)

Cada año por estas fechas estivales suelo hacer purga en mi archivo digital y de paso mejorar un poco el workflow. El flujo de trabajo es para mí primordial. El hecho de dar con un archivo de forma fácil, rápida y eficaz es básico para el uso eficiente de tu tiempo y sobre todo para hacer de tu navegación un momento agradable.

A mí no sólo me gusta optimizar el workflow sino que también me gusta hablar de workflow, me entusiasma conocer cómo interactúan otros usuarios con su propio entorno, la mayoría de personas se comportan de una determinada forma sin ser conscientes de por qué hacen las cosas, es típico de gente mediocre, pero otros por el contrario nos pasamos media vida pensando en cómo organizar y administrar nuestra información.

Yo reconozco que, aunque en poca cantidad, sufro diógenes digital. Es entendible que una persona quiera hacer acopio de música o de películas, pero a veces y casi sin darte cuenta te descubres a ti mismo guardando cosas que rara vez vas a utilizar, por no decir ninguna. Como te decía antes estoy aprovechando estos días de asueto para hacer limpieza en mi archivo digital. En mi caso particular (supongo que como el 80% de la gente que me lee) divido mi espectro digital en cinco partes.

1. Ordenadores (discos duros internos)
2. Discos duros externos
3. Soportes ópticos (aunque parezca mentira es algo que me da tranquilidad)
4. Nube interna (NAS)
5. Nube externa

Saber cómo actuar según qué nivel y desarrollar un sistema eficiente de interacción entre los mismos es algo que me apasiona y a la vez me trae de cabeza, pero no voy a aburrirte más con este tema, si te estoy contando esto es porque poniendo orden en el nivel 2 (el de los discos duros externos) me he encontrado con una carpeta que conservaba desde hace muchos años y en la que en su día me dio por guardar los vídeos de youtube que me gustaban. Sé que estarás pensando que soy una especie de subnormal y posiblemente tengas razón, cuando se hacen este tipo de cosas siempre hay detrás un trasfondo distópico, aunque uno no quiera asumirlo se piensa en una posible catástrofe mundial, una caída sin previo aviso de un gigante de internet, una hecatombe digital que nos obligue a retroceder en el tiempo por obligación, ese tipo de cosas, cosas de gente loca, al menos es lo que quiero pensar para buscar explicación a este sinsentido, por muy vergonzante que sea.

Como a veces no estoy seguro si actúo en plenas facultades o por el contrario soy presa de mi locura decidí usar el comodín del público y esto ha sido lo que ha pasado:

Diógenes Digital

Soy un incomprendido. Nadie me comprende. Nadie quiere acompañarme en mi locura. Soy Quijote de un tiempo que no tiene edad. El caso es que me he preguntado, "flesh, ¿realmente ese montón de basura te hace feliz?" Y para mi sorpresa la respuesta ha sido no. La contra-pregunta lógica sería, ya que lo tienes ¿qué te cuesta conservarlo?, pero ahora imagínate que de verdad fuera una diógenes, es decir que vas a la casa de uno de esos tarados que la tienen toda llena de mierda y cuando le preguntas que por qué no tira toda esa mierda y limpia la casa la respuesta fuera "si ya la tengo, ¿qué me cuesta conservarla?" Justo en este punto me he dado cuenta que conservar la basura digital no es el problema, sino que el hecho en sí es el diagnóstico médico de mi problema, ¿entiendes?, seguir con esa actitud no es más que el informe del psiquiatra que dice que estoy como una cabra aunque yo no me de cuenta. Así que lo he eliminado. El trabajo de recolección de años directo a la papelera por miedo a convertirme en una vieja de los gatos 3.0.

De verdad ¿para qué quiero el vídeo de un genio tirándose a unos cactus (no os perdáis los gritos del segundo 42) o un jovenzuelo lanzándose colina abajo en una tabla de longboard (me encantan los vídeos de longboard)? Necesito encontrar las razones para no querer estos vídeos. Y lo necesito porque ya lo he eliminado y estoy empezando a arrepentirme.

Está de moda ser paleto

El otro día te conté la diferencia entre vacaciones y veraneo y también te mostré una nueva dimensión del término PALETO. Hoy día en este mundo tan caótico en el que vivimos, tan infectado de marxismo cultural, los conceptos están mutando al antojo de la izquierda y un niño actual podría considerarse un auténtico subnormal de vivir en los años 70.

Cuando la gente utilizaba el término paleto en los años 90, década en la que la sociedad aún crecía intelectualmente, lo hacía en clave peyorativa porque evocaba tiempos pasados peores. Lo curioso es que la sociedad ha desmejorado tanto que actualmente cualquier tiempo pasado es de forma palmaria muy superior a hoy, tanto creativa, moral, respetuosa e intelectualmente hablando. Es decir que ser paleto a día de hoy es algo bueno.

Ser paleto es sorprenderse, ser curioso, cortés, educado y gentil, ser paleto es comer chocos y sardinas, escuchar a Isabel Pantoja y pasear bien vestido por El Corté Inglés, ser paleto es veranear como se ha hecho toda la vida de Dios, sin complejos ni temores. Ser paleto es elitista.

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Otra cosa que quería comentarte es que hace poco visionando fotos de mi archivo de porno retro impreso restaurado tuve la impresión de que ya todo estaba inventado, pero es algo que prefiero que leas en instagram. Gracias por tu tiempo querido amigo.

¿No te da la impresión que ya todo está inventado? Vale que la tecnología avance y haya campos como internet en el que se crean nuevas cosas, pero en esencia ya todo se ha inventado. Lo que ocurre es que las modas se olvidan un par de décadas para volver a repetirlas con el tiempo como si fueran corrientes innovadoras y transgresoras, pero son sólo lavados de cara de tiempos pasados. Por ejemplo, la moda de hacerse fotos en cueros posando con una taza de café es algo que ha se hizo en la década de los 70. La época dorada es la mayor fuente de creación moderna desde el Renacimiento, bueno y posiblemente los romanos, y quizás los griegos, posiblemente también después de los fenicios, Egipto si me tiras un poco, bueno y la cultura pascuense de Rapa Nui con sus moáis de Matakiterani del volcán Rano Raraku. El caso es que esta foto es del año 1978. #épocadorada #1978 #instaerotic #vintage #retro #instawoman #instavintage
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Conociendo a RatRater

Desde hace un tiempo me ronda una idea en la cabeza que por fin he conseguido materializar. Son ese tipo de cosas que quieres hacer y por alguna razón vas posponiendo y terminas por olvidar. Aunque hablo mucho en fleshfly no suelo hablar de mis cosas personales, tampoco voy a hablar en esta ocasión, lo que sí te diré es que ahora mismo estoy disfrutando de un tiempo de asueto y he decidido por fin hacer alguna de las cosas que tengo en el tintero. Estoy hablando de entrevistas.

Es para mí un honor debutar en estas lides con una persona, o más bien personaje, al que le tengo mucho cariño y respeto. No es conocido, ni famoso, ni se prodiga en el internet de las redes sociales, básicamente es una rata que no sale de su agujero, que es tabloide.es, la mejor mesa de debate de internet. No sé, querido lector, si es usuario de Tabloide, pero de no serlo le garantizo que sólo por este personaje vale la pena serlo.

Estoy hablando de RatRater, es complicado hacer un breve resumen y abordar sus delirantes historias pero lo voy a intentar, querido RatRater, eres el autor de uno de los mejores post del foro que titulaste 'No sé ahora mismo cómo titular esta historia' en el que hablabas de un verano en Madrid, clínicas dentales y leche de Cleopatra, con esa historia tuviste a todo el foro en ascuas durante días. Contaste también en 'El día que mis padres sintieron auténtica vergüenza de mí delante de todos sus amigos' una tronchante situación en la que te afeitaste los huevos y sufriste las secuelas en la Feria de Abril de Sevilla. Confesaste en otra ocasión que tu padre se compró un día un bote industrial de champú, atención a este fragmento del relato:

'A los dos días tuve que entrar en el baño de mi padre, supongo que me estaría meando y el otro baño estaría ocupado, y la imagen que tengo de aquel momento no la olvidaré jamás. Mi padre olvidó comprar un dispensador para aquella garrafa que parecía un acuario sucio y ni corto ni perezoso quitó aquel tapón de aceite de coche y empezó a volcarse con cuidado bajo la ducha las pequeñas gotas que necesitaría para su poco pelo.

Que sí, que no, que no cae, que ahora sí, dale más… terminó volcándose sobre los ojos aquel ácido clorhídrico. Posó la garrafa como pudo en el suelo del baño, porque evidentemente no entraba en el borde de ninguna bañera convencional, y automáticamente empezó a gritar como el yeti.' Es sencillamente soberbio.

En 'Aquella espera de dos horas' contaste cómo te inyectaste tu propia orina por error y por supuesto si por algo eres célebre en Tab es por el secreto de tu receta de salsa verde, una maravilla gastronómica que aderezas con tu propio semen y sirves a tus invitados más simpáticos.

RatRater

Después de todo este esperpento la primera pregunta que se me ocurre es, ¿es verdad la historia de la salsa verde?

Es cierto, pero como comprenderás es algo que no puedo decir con nombres y apellidos. Aunque poco, pero me sigo relacionando con algunas de las personas que sin saberlo han mojado pan en la cazuela de barro.

¿Hay alguna historia cierta, son medias verdades o todo es ficción?

Si las historias han gustado no son precisamente porque sean graciosas, que también, sino porque son reales. La ficción puede enganchar, pero la realidad siempre la supera. Si fuese un autor que necesitase alimentarme el ego me resultaría mucho más fácil publicar los escritos con ni nombre y decir que es ficción. Mataría dos pájaros de un tiro. El caso es que si algo lo he hecho yo no tengo la necesidad de ponerlo en boca de un personaje de novela. Escribir tus propias vivencias es la mejor manera de ser tú mismo tu propio autobiógrafo y cómo no, lo divertido es contar las miserias humanas.

Eres muy querido y respetado por todos los miembros del foro entre otras cosas porque no tienes complejos y además tienes el don de convertir la vergüenza en virtud, ¿eres también así en la vida real?

No, salvo en los círculos más cerrados que carezco totalmente de todo tipo de complejos. Soy de los que de vez en cuando se saca la churra en el ascensor y llego con ella colgando a la puerta de mi casa me encuentre a quien me encuentre por los rellanos. Hasta ahora no me he cruzado con nadie.

Internet es un medio bastante extraño porque cuando lees mucho a una persona, de forma inevitable te vas forjando en tu cabeza una idea de la misma, se crea la falsa ilusión de "conocer" o "creer conocer" a alguien del que realmente no sabes absolutamente nada, yo no creo que nadie quiera conocer a la persona que está detrás de RatRater entre otras cosas porque el personaje es tan jodidamente maravilloso que resulta imposible pensar que exista una persona así en la vida real, ¿también te ayuda a ti mismo de alguna forma el personaje de Rater?

Los personajes son la mejor manera de ser uno mismo, al menos eso creo yo. Son lo más parecido a aquellos nick de IRC donde podías desconectarte, volverte a contectar nuevamente para que no apareciese en el login el cambio de nick y seguir insultando a usuarios en el canal de #GayAlmeria. Si lo hacemos es porque somos nosotros, y si lo hacemos más a menudo porque nos tapa una máscara somos más nosotros que antes incluso. Esa especie de anonimato, por así decirlo, es quien nos ayuda a dar ese paso para convertir ciertas intimidades en un claro ejemplo de entretenimiento común. Yo soy una persona normal, sólo que gracias al personaje desarrollo una gran parte de mí que de otra manera se encontraría bastante más oculta. No es más que como tú, FleshFly, no creo que durante tu vida social te pases las reuniones hablando del porno retro, pero te sería imposible vivir un evento familiar si fueses conocido como un Instagramer del porno de calidad.

He estado pensando en qué preguntarte sobre 'No sé ahora mismo cómo titular esta historia', de hecho me surgen docenas de preguntas, pero he pensado que a lo mejor sería más interesante que nos contaras tú lo que te diera la gana. Háblame, te escucho.

Por lo general todos tenemos algo en nuestras vidas que nos dio ese tortazo sin mano para engarzarnos bien en unos raíles. Muchos hablan de un libro que les cambió su vida, yo tuve ese verano. Sinceramente creo que lo hice todo porque estaba lejos de mis padres. Quiero a mi familia, no nos confundamos, pero a veces mantenerte cerca de ellos es lo que puede frenarnos.

Creo recordar que un día contaste que el personaje de RatRater lo sacaste de los dibujos animados 'Los Trotamúsicos', al parecer era una rata que decía saber de todo pero en el fondo no sabía de nada, un ser realmente repelente, sin embargo te he visto hablar en el foro con bastante criterio sobre variopintos temas, ¿de dónde te viene toda esa sapiencia?

Halagado por los buenos ojos con los que me ves. Creo que el criterio personal me viene de haber cometido innumerables errores. RatRater, el de los Trotamúsicos, bien podría ser mi yo de los trece años. Demasiado echado hacia delante, demasiado crítico con todo lo que rodeaba, incluso un poquitín insoportable, incapaz de tocar bien en condiciones los mismos instrumentos de los que él decía que sus amigos eran inútiles. Lo bueno es que todo esto se puede permitir con trece años y no existe la necesidad de escapar de lo que uno fue. Creo que por eso RatRater me parece entrañable.

Le estoy haciendo una entrevista a una rata que se corre en la salsa verde y se inyecta su propia orina, creo que puedo preguntarte sin complejos si eres de chochos peludos o depilados.

Depilados. No me importa el pelo púbico si es por encima del clítoris.

¿Tienes algún libro publicado? ¿Se te puede leer en algún otro sitio?

Tengo textos, algunos, en el ordenador de casa y algunos de ellos los he pasado a una libretita. Tampoco soy de leer novelas, por lo general me aburren y mucho. El día que sepan poner en valor la realidad de un texto, por muy corto que sea, la gente volverá a leer calidad. Seguimos viviendo en una sociedad cuyos miembros se creen mejores que otros por leer libros gordos, independientemente de lo que cuenten.

Yo cuando te he leído en más de una ocasión he sentido como si estuviera participando en una especie de ejercicio terapéutico que no sé muy bien porqué, pero me hacía sentir mucho mejor. Haces ver que el mundo puede ser un lugar divertido, que hasta las desgracias tienen un punto de vista gracioso, llegas a convertir con extremo virtuosismo lo soez en emotivo, ¿eres consciente de todo esto?

No, para nada, pero si algunas de las gilipolleces o demás cosas serias que he dicho han servido para mejorarle mínimamete la vida a alguien ya me doy por pagado. Hay que saber relativizar los problemas. Cuando era un crío lloré por conseguir de mis padres una copia de las llaves de casa. Mis hermanos tenían y yo no, por lo que no podía entrar y salir a mi antojo. Mi padre se pegó meses diciéndome que aun no estaba preparado, que las iba a perder y así fue. El mismo día que me la dieron, el mismo día las perdí. Empecé a llorar desconsolado mientras las buscaba por un gran jardín en el que habíamos estado antes jugando al fútbol. Mi problema en aquel momento era el más importante del mundo pues tenía el efecto Pigmalion de mi madre martilleándome el cerebro. En ese mismo momento cruzo Yuri, el niño con Síndrome de Down del que algo ya os conté y pensé: "Joder, no soy mongolito, no es para tanto y además, esto significa que mi madre tenía razón. Tampoco es tan grave." Me dieron un par de palos y listo. Así es la vida, se aprende a palos y se relativiza también gracias a esos palos que la vida nos va dando.

Quiero agradecerte el tiempo que me has dedicado y espero que nos sigas deleitando a todos con tus barbaridades terapéuticas. Gracias por todo Rater.

Gracias a ti FleshFly. Siempre que tenga algo que considere que merezca la pena gastar el tiempo en leerlo lo haré llegar. Un placer formar parte de Tabloide, un pequeño rincón lleno de usuarios que a pesar de no imaginármelos como profesionales de la comunicación en su día a día, muchos de ellos podrían llevar perfectamente los mejores programas de actualidad de nuestra España querida.

Hoy en joyas del porno retro impreso: Lady Di

Acabo de encontrar esta joya del porno retro impreso en una revista Hustler del año 1986, el Lady Di-Brator. ¿Te imaginas a día de hoy un montaje similar en alguna revista española con Su Majestad La Reina Letizia?

Lady Di-Brator

Diferencias entre vacaciones y veraneo

Me sorprende la poca literatura que existe destinada a hablar sobre el veraneo, concretamente a la diferencia entre vacaciones y veraneo. Veraneo es una de esas palabras maravillosas de nuestro vocabulario que tendríamos que perpetuar generación tras generación. La gente cree que es lo mismo, pero no es así.

El diccionario nos dice que vacaciones es el descanso temporal de una actividad habitual, principalmente del trabajo remunerado o de los estudios. Sin embargo veranear nos dice que es pasar las vacaciones de verano en un lugar distinto de aquel en que habitualmente se reside.

Con la definición ortodoxa podemos establecer la primera diferencia, las vacaciones no tienen cota temporal mientras que el veraneo como bien la palabra indica es algo que sólo puede hacerse en verano. Pero tenemos que ir más allá, entre otras cosas porque las vacaciones de verano no implican veranear, es decir que tú puedes irte de vacaciones el mes de agosto a Roma y no por ello estarás veraneando.

¿Qué es lo que diferencia realmente el veraneo de unas simples vacaciones? Yo diría que veranear es hacer cosas de verano. ¿Pero qué son las cosas de verano? Ahí es donde radica el encanto de la palabra veraneo, que se refiere a una serie de acciones no escritas pero bien definidas por la sociedad española.

Verano vs Veraneo

El veraneo es algo muy nuestro, como la paella, las playas abarrotadas, la nevera bajo la sombrilla o las mesas vestidas con manteles de papel. El veraneo para mí es una ecuación extremadamente compleja con múltiples variables que sólo un español puede resolver sin tan siquiera proponérselo.

Te cuento esto porque yo llevo unos días de vacaciones pero aún no me he ido de veraneo. Es decir que básicamente es como no haber estrenado el verano. Qué duda cabe que el veraneo en su máximo esplendor se dio en la época dorada y que desde entonces ha ido degradándose por culpa de las cosas modernas. Siempre me ha llamado mucho la atención precisamente cómo a finales de los 90 el comportamiento del español medio en las playas mutó a la mal llamada modernidad que no es otra cosa que el menosprecio a las tradiciones de toda la vida de Dios para sustituirlas por un teatro barato de postureo vergonzante. En España no sabemos muy bien cómo, pero de un día para otro pasamos de ver normal lo que las familias habían hecho durante décadas, a algo muy de paletos, sin ser conscientes que ese mismo acto de snobismo rancio era mil veces más cateto que el tupper de filetes empanados.

Ir a la playa se convirtió en algo casi elitista y para ser moderno había que romper con las tradiciones de toda la vida. Eso de llevarse la comida a la playa era algo de catetos, al igual que las bebidas había que consumirlas en el chiringuito y no sacarlas de una nevera. La costa gaditana por ejemplo está perfectamente segmentada en destinos tradicionales y zonas de modernitos. Aunque todo esto está cambiando en la actualidad.

A día de hoy la generación que antes iba de moderna ahora tiene hijos, pocos ingresos y cada vez menos pelo, así que se están olvidando esos remilgos para volver a la tradición de siempre, al menos es la percepción que yo tengo.

España era un país mucho mejor cuando la gente veraneaba sin complejos.