Notario de internet / fleshfly.com@gmail.com


2021/07/05

Pseudofamiliares

A veces en las conversaciones, tienes que referirte a una persona, y lo tienes que hacer explicando el vínculo que tienes con ella. Es fácil cuando se trata de tus padres, hermanos, tíos o primos, pero fuera de eso la cosa empieza a complicarse, sobre todo cuando entran en juego los cuñados de un primo de tu novia, la hija de la prima segunda que tienes en el pueblo o la típica tía que recogió en la posguerra tu bisabuela, que no es tu tía ni es ná, pero que de pequeño siempre has llamado tita. Total que el otro día tuve que explicar en una conversación el vínculo de uno caso parecido a estos, y es algo que me estresa bastante, porque yo no soy de dar datos incorrectos, pero también me parece inútil perder el tiempo en hacer entender que la persona de la que hablas es concuñao, comadre o comandante de los ejércitos del norte. Así que se me ocurrió que el término acertado para definir a este tipo de fauna podría ser pseudofamiliar.

Básicamente un pseudofamiliar es una persona que no comparte ni una gota de sangre contigo, pero que por cualquier razón, mantiene un vínculo con tu familia. Da igual el anillo vectorial en el que se encuentre, si en el personal, en el de la familia de tu mujer o en el de tu prima la de Jabugo, el vínculo carece de importancia, un pseudofamiliar es toda esa basura que orbita alrededor de tu verdadera familia. Piensa que la relación es reflexiva, es decir que tú eres a su vez la basura pseudofamiliar de otras personas.

En fin, que ahora que sabes lo que es un pseudofamiliar puedo continuar explicándote. El otro día vino a mi casa un pseudofamiliar, concretamente un matrimonio de pseudofamiliares cis-hetero-sexuales que se identificaban con el género que la providencia les otorgó al nacer. Me sorprendió muchísimo porque desde que entraron empezaron a bombardearnos con preguntas sobre la vacuna, que si me la había puesto, que si cuál, que si dónde, que si qué tal... en fin, que la cosa está en cuál es la mejor forma que un peligroso negacionista como yo tiene para gestionar este tipo de situaciones. Lo digo porque yo no tengo problema en decir que no me pienso vacunar, pero claro si ese comentario va a suponer otra batería de preguntas del estilo ¿cómo? ¿por qué? ¡pero bueno! ¿y eso? ¿y los muertos? ¿y las ucis? ¿y la variante delta? ¿pero por qué?... hace que me replanté el decirles que sí, que me he vacunado, y cortar cuanto antes la conversación.

Independientemente de la vacuna, un pseudofamiliar es molesto per se. Ni que decir si además está afectado por la variante epsilon que le hace presentarse en tu casa sin avisar. Por cierto perdona mis modales, llevamos un rato aquí y aún no te he ofrecido un refrigerio, te pongo lo de siempre.

NANCY CAMERON MISS JANUARY 1974

Bueno dejando a un lado el tema este aburrido de los pseudofamiliares, me gustaría comentarte que llevo unos días recorriendo como es costumbre estival, el litoral gaditano, y he observado una cosa muy curiosa, por todos es sabido que la playa por antonomasia de las tetas al aire y los chochos al sol ha sido siempre la de Caños de Meca, y aunque efectivamente vi un poblado chumino remojándose en el agua, comprobé con sorpresa que en playas como Zahara de los Atunes, La Barrosa (Chiclana) e incluso algunas partes de Chipiona, se ven muchísimas más tetas al aire y de mucha más calidad. Tal cosa me hizo pensar en los ciclos comportamentales que va definiendo la sociedad sin ni si quiera darse cuenta, sólo un experto observador como yo se da cuenta de estas cosas. El tema da para mucho pero ahora mismo no me encuentro con ganas de desarrollar este tema, lo dejo en el tintero para un post venidero.

Hablando de playas y mujeres en pelotes, quiero despedirme con una imagen del fantástico verano de 1974 donde se observa con meridiana claridad, las sanas costumbres de la época, tiempos en los que se podía disfrutar de un partido de voleibol al aire libre. El moreno del centro es mi tío, el de un poco más atrás es mi padre, la de la izquierda del todo es mi tía, con la que me gusta rozarme en la cena de Nochebuena, la otra de la derecha, la del culo panadero, es mi otra tía, la solterona de pechos grandiosos, la que me pone muy cachondo al verle el escote cuando mete los platos en el lavavajillas, mi madre siempre ha sido muy recatada y en lugar de jugar al voleibol se quedó en casa haciendo una tarta de manzana. El resto de personas son pseudofamiliares.

Nudebol